La primera ola de calor del año ha llevado a la Ciudad de México a romper el récord histórico de temperatura. Los termómetros marcaron más de 40°C, afectando a la salud de los habitantes y generando preocupación entre las autoridades de salud. Se insta a la población a tomar medidas preventivas, como mantenerse hidratados, evitar la exposición prolongada al sol y buscar refugio en lugares frescos. Los hospitales reportan un aumento en las consultas por golpes de calor.
Los expertos en cambio climático advierten que este fenómeno podría volverse más frecuente debido al calentamiento global. Las autoridades están implementando campañas de concientización sobre los riesgos del calor extremo y proporcionando refugios temporales para las personas más vulnerables.